Juanelo y la ingeniería en tiempos de Carlos V
Rafael García Rubio
23 de febrero de 2016
Busto de Juanelo en el Museo de Santa Cruz, Toledo |
A los
veintinueve años trabajaba como encargado del reloj del Torrazzo en su ciudad
natal, Cremona. Sin embargo, su suerte cambió un año después, en 1530, cuando
Carlos V es coronado emperador en Bolonia y Francisco Sforza le regala un
astrario estropeado. Juanelo entra así a su servicio, si bien en vez de
arreglar el astrario, decide hacer uno mejor. De esta forma, durante veinte
años estuvo trabajando en una de sus obras más importantes, el conocido como
“reloj grande”, que poseía ocho esferas y era una maravilla de la ingeniería.
Posteriormente,
cuando Carlos V abdica en 1556, Juanelo lo acompaña a Yuste donde permanece con
él, enseñándole los misterios de la relojería, los cuales apasionaban al
monarca. A su muerte en 1558, Juanelo entra a formar parte del servicio de
Felipe II, trasladando su taller a la Torre Dorada del Alcázar de Madrid, si
bien su vivienda se hallaba en una peor ubicación extramuros, en la calle que
hoy en día lleva su nombre. Esta es la época en la que conoce a Juan de Herrera
de quien se hace un gran amigo, colaborando en la construcción de El Escorial.
Carlos V en Yuste. Miguel Jadraque y Sánchez de Ocaña (1840-1919) |
Ya en
la vejez, en 1564, se traslada a Toledo para realizar su obra magna: el conocido
como “el gran artificio de Toledo”, una de las maquinas más grandes e
imponentes hasta el momento. Fue acabada en cuatro años y estaba formada por
dos norias. La primera subía el agua hasta un depósito; la segunda era un
complejo entramado de torres con tirantes y forzantes que hacían que oscilaran
las cucharas que recogían el agua. Así, el agua era movida de cuchara a cuchara
elevándola desde el Tajo hasta el Alcázar, un total de 90 metros de desnivel
con un rendimiento de 11 litros por minuto, siendo esta una de las mayores
obras de ingeniería de su tiempo.
Desgraciadamente,
como ocurre con muchos genios, su trabajo no fue valorado en vida, y tanto esta
máquina como otra posterior que construyó jamás le fueron pagadas, por lo que
Juanelo murió a los ochenta y cinco años en la más absoluta ruina. Personajes
posteriores como Peter Morris y Pedro Zubiaurre intentaron imitar este
artificio, el primero en el Támesis y el segundo en Valladolid copiando a éste,
si bien nunca llegaron a compararse a la inteligencia y talento de uno de los
mejores ingenieros de la Historia, apenas conocido, Juanelo Turriano.
Para ver algunas de las animaciones que pudimos ver en la conferencia, aquí os dejamos sus enlaces a Internet:
-
Autómata
Smithsonian:
- Autómata
Karakuri Japón (min.35,4 a 39):
- Cóclea,
tornillo de Arquímedes:
- Uso como
generador
- Patenotre,
noria de rosario:
- Noria
de cangilones:
- Bomba
Ctesíbica:
- Azud,
norias artificio en molino de Garci Sanchez:
- Animación
funcionamiento artificio Toledo (Fundación Juanelo Turriano):
- Artificio
Expo92:
- Molino
(transmisión directa tirante y forzante):
Sara Aparicio Ruiz
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